Ya era oficial: odiaba a todos en el mundo.
Odiaba a las estúpidas con las que vivía, a su madre, a Rafa, a los paparazzis y al mundo en general, tremendo lio formo para ella aquella escena violenta, además del confuso ¿Cómo se llamaba ese con el que se iba a casar? Ah, no importa, daba igual.
Y aún se conseguía llorando como una inútil, sabía
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